domingo, 17 de abril de 2011

Afonía

Reina de corazones

El desasosiego reina en este lugar,
y con tremenda frialdad miro hacia atrás.
El alma enamorada rompe a llorar;
¿Puedo soportar la traición que vendrá?

Perdida en un mundo de tristeza,
entre llamas crecerá mi bienestar.
Dejando la confianza,
añoro cierta ignorancia
y aquello que aguarda verdad.

Se acabó estar bien, terminó el edén,
Caminando, con más de un vaivén,
La rabia podrá consumar esta absurda madurez.

No quiero premios ni reconocimiento,
tengo la mentira que quema mi don.
No necesito que me digan que todo irá mejor,
yo sé que no, el odio ciega hoy mi razón.

La inocencia fue sobrevalorada.
Resurjo de cenizas pisoteadas,
que antaño fueron expuestas;
y mi seriedad resulta burlesca,
si río del desprecio de vuestras miradas.

Mi corazón se siente excitado,
lanzando un grito desconsolado.
Y nadie me puede reanimar;
sueño lo que nunca comprenderán,
pensando que ya no soy capaz de amar.