miércoles, 15 de octubre de 2008

Así lo siento

Vehemencia

Cuando atiendo a esa ilusión
mientras tiento a la razón,
con lógica se nublan y
pocas veces triunfan
los motivos de la acción.

¿Qué me siembra la paciencia?
que atrae a mi vanidad,
acrecienta esa inconsciencia
y evade mi intimidad.

Aporto mi razonamiento,
le añado imaginación,
combino sucesos y vida;
y distingo la hipocresía
que no aporta ningún valor.

Obtengo una reflexión
que contiene una enseñanza,
siento satisfacción,
pues logro vagar por un mundo
donde paseo mis palabras.

Qué sutil se representa
con pícara indiscreción
sorprende su vehemencia,
que ataca, cualquier conciencia,
con irrefrenable atracción.

Defino, cómo no, a la inspiración.
El único sentimiento
que vive aunque estuviese muerto
e insulta a cualquier ecuación.

Vivo, maldigo, persigo, su esencia;
que logra atajar mi inquietud.
Con ella no existe el tedio,
convierte la palabra en un medio,
expresando mi compleja actitud.

Así es y así lo siento,
soy consciente de la excepción,
muchos no entienden mis versos,
no perciben aquello que muestro,
por no atender a su inspiración.